• Historial de presencia en cada módulo de operación.

1. Desembarque.
2. Ensamblado.
3. Reaparición.
4. Calidad.
5. Almacén.
6. Inventario.
7. Embarque.

En cada caso se resguardo de información del personal que intervino, identificación del módulo, hora/fecha de entrada/salida, localización, estatus.

• La trazabilidad estará siempre visible durante el ciclo vida de cada ítem, ya que siempre estaría dentro de él, la tecnología RFID ofrece un extenso catálogo de chips que pueden adaptarse a tipo de ítem y cada ambiente, de los cuales pueden ir desde simples stickers hasta chips rígidos ensamblados para condiciones extremas de temperaturas y uso. Con hacer una simple lectura sobre el ítem se podrá obtener automáticamente dicha trazabilidad.

• Incremento de calidad de servicios del cliente, debido a que se podría tener informes de uso de cada ítem, se podrían detectar automáticamente a tiempo los materiales que estuvieran próximos a caducar o a recibir mantenimiento, brindado así garantía de calidad en el material utilizado en los procesos permitiendo así la reducción de posibles errores y accidentes.